Por Johanna Elías, docente del Seminario de Profundización y Actualización de Recreación y Turismo.
Estudiantes del Seminario de Profundización y Actualización de Recreación y Turismo, en el marco de la Tecnicatura en Tiempo Libre y Recreación, participaron activamente de la observación, el análisis, la construcción de sentido y la coordinación de actividades que revalorizaron el patrimonio cultural y potenciaron los atractivos turísticos del proyecto de Turismo de Memoria “La Ruta de El Eternauta”, producido en la localidad de San Isidro en el año 2025 por Mariana Bernal, docente del ISTLyR.
El 4 de octubre observaron una visita al recorrido activo de Turismo de Memoria, disfrutando y recorriendo como turistas la primera experiencia en la caminata. Registraron diferentes escenarios, identificaron los atractivos culturales y puntos objetivos constructores de historia y memoria de la vida de Héctor Oesterheld, el desarrollo de la historieta “El Eternauta” y el vínculo con el proyecto audiovisual de la serie de Netflix, que se ancla en sus respectivas locaciones de filmación por las mismas calles urbanas aledañas.
Nos encontramos en la esquina de la casa de Héctor, lugar de vivienda de familia y de la editorial que produjo la historieta, en el barrio de Beccar, partido de San Isidro, para comenzar el tour hacia diferentes locaciones, finalizando en Martínez.

Primera dinámica de presentación en Beccar, San Isidro.
A partir del registro que realizaron, Norberto Martínez (estudiante de Recreación), Marina Jahusz (estudiante de Recreación), Elvira Escobar (graduada en Recreación) y Maria Soledad Mancini (estudiante de la Tecnicatura Superior en Turismo Rural, FAUBA), analizaron y profundizaron enla observación de la experiencia para poder crear un proyecto enfocado al propósito de la caminata desde la recreación.
Casi un mes después, el 8 de noviembre, nos reencontramos, con otro clima, un grupo nuevo de participantes y una planificación de recreación acorde a la última salida del año y a lostiempos establecidos del tour.
Recorrimos las mismas calles con un proyecto donde la lúdica, el juego y la recreación se hacían presentes desde pequeñas intervenciones, iluminando la memoria, prevaleciendo el patrimonio y potenciando la difusión e internalización de componentes de nuestra identidad, territorio y cultura.
El ojo crítico y el marco teórico aparecen para darle sentido a una intervención de une Tecnique en Tiempo Libre y Recreación en el marco de una excursión barrial en el conurbano bonaerense, recreando y transformando a les turistas, que fueron buscando historia, cine y conocimiento, y se fueron siendo parte de El Eternauta revalorizando una identidad colectiva.
Las prácticas especiales permiten participar, conocer y desarrollarse en espacios contenidos de creación y aprendizajes, poniendo en proyecto la idea o el pensamiento que nos atraviesa en el aula, transitando problemáticas reales y creando desenlaces transformadores.

Cierre de segunda propuesta en Plaza Mitre, San Isidro.
El encuentro, como esta nota, cerró con las palabras de Oscar:
Siempre me fascinó la idea del Robinson Crusoe. Me lo regalaron siendo muy chico, debo haberlo leído más de veinte veces. EL ETERNAUTA, inicialmente, fue mi versión del Robinson. La soledad del hombre, rodeado, preso, no ya por el mar sino por la muerte.
Tampoco el hombre solo de Robinson, sino el hombre con familia, con amigos. Por eso la partida de truco, por eso la pequeña familia que duerme en el chalet de Vicente López, ajena a la invasión que se viene. Ese fue el planteo. Lo demás… lo demás creció solo, como crece sola, creemos, la vida de cada día.
Publicado en un semanario, EL ETERNAUTA se fue construyendo semana a semana; había, sí, una idea general, pero la realidad concreta de cada entrega la modificaba constantemente.
Aparecieron así situaciones y personajes que ni soñé al principio. Como el “mano” y su muerte. O como el combate en River Plate. O como Franco, el tornero, que termina siendo más héroe que ninguno de los que iniciaron la historia. Ahora que lo pienso, se me ocurre que quizá por esta falta de héroe central, EL ETERNAUTA es una de mis historias que recuerdo con más placer. El héroe verdadero de EL ETERNAUTA es un héroe colectivo, un grupo humano. Refleja así, aunque sin intención previa, mi sentir íntimo: el único héroe válido es el héroe “en grupo”, nunca el héroe individual, el héroe solo.
Prólogo de Héctor G. Oesterheld en El Eternauta.

Foto grupal de participantes, practicantes y guías de La Ruta de El Eternauta del 8/11/2025