Estudiantes de la cátedra Semiología y análisis de los discursos de la Tecnicatura en Comunicación, a cargo de la Profesora Agustina Pérez Rial, visitaron el Museo el 14 de octubre. La alumna Lady Rocío Canro Martínez relata la experiencia vivida.
Esta es una visita completamente diferente a las que comúnmente encontramos en los diferentes museos alrededor del mundo. Cuando llegué me di cuenta de que tiene una entrada pequeña y poco llamativa, a diferencia de otros museos con entradas majestuosas que te llevan a interrogarte desde ese momento. No era éste el caso. Yo llegué con muchas expectativas pensando en que me iba a encontrar con un recinto antiguo lleno de papeles viejos, de restos de gráficos o símbolos que me llevarían a pensar en el surgimiento de la lengua.
Para mi sorpresa, este museo está lleno de luz en su interior y no tiene papeles viejos. Por el contrario, es un museo moderno que abrió sus puertas en 2011.
Aquí me gustaría resaltar la labor que realizó la mujer que nos sirvió como guía e informante durante nuestro recorrido, que con su tono de voz suave logró captar toda nuestra atención. Ella fue quien se encargó de explicarnos paso a paso cómo y porqué está organizado el museo de diferentes formas. Una persona sabia y llena de conocimientos que hablaba con mucha seguridad y nos ponía en contexto con los maravillosos relatos que salían de su boca.
Una de las frases que dijo y que me quedó grabada en la memoria fue sobre la percepción de museo que tenemos en general: “un museo es un lugar en donde atesoramos objetos tangibles que servirán de referencia para el futuro, para preservar la historia de la humanidad”. Dicho así, entonces, ¿cómo sería un museo de la lengua, que es intangible?
Y así comenzó nuestro recorrido. El primer contacto que tuvimos fue en una acogedora sala de proyecciones en la cual observamos una película me pareció bastante entretenida y muy bien diseñada. Era un video que puede ver una persona de cualquier edad, en el que presentaban un resumen y un pequeño recorrido histórico desde el surgimiento de los primeros sonidos que a lo largo del tiempo se fueron transformando en fonemas y luego en palabras concretas, con las variaciones e intervenciones que las diferentes luchas de poder fueron implantando en ellas.
Después de este video comenzamos un recorrido por la “tubería de aire”. Esta idea me pareció muy creativa ya que utilizan de forma entretenida la tubería que normalmente en cualquier construcción desean ocultar. Por el contrario, en el museo la utilizan como mural. En ella encontramos un sinfín de palabras de la lengua castellana, unas más conocidas que otras, y algunas totalmente desconocidas para nosotros. En este espacio de tiempo la guía nos fue explicando la procedencia y el verdadero origen de estos términos. A la vez encontrábamos algunas pantallas didácticas con el mapa de Argentina; allí podíamos seleccionar una provincia específica y a través de unos audífonos escuchar unos primeros sonidos y palabras propias de dicha región.
Al terminar este camino nos dirigimos al primer piso, donde nos esperaba un recorrido más enfocado en los libros. Había algunos libros que fueron editados en Argentina. Yo, en lo personal, disfruté hallar entre las publicaciones Rayuela de Julio Cortázar ya que es un libro que me encanta. Dentro de los libros que estaban expuestos se encontraban algunos comentarios adicionales realizados por diferentes personajes e inclusive por los mismos autores. Finalizando este piso estaba el “Gran mapa de estrellas”. Según el relato de la guía se llama así ya que en él encontramos diferentes editoriales que como las estrellas quedan en la memoria pero desaparecen. Es un mapa interactivo en el cual podemos realizar una búsqueda por nombre del libro, por autor, por editorial o por constelación. Es muy interesante este trabajo ya que contiene mucha información que se encuentra entrelazada entre sí. Al picar sobre el nombre de alguna editorial se despliegan los diferentes libros editados por ella, con fechas, información del autor y hasta fotografías de las diferentes portadas que ha tenido cada libro, y así se puede navegar cliqueando sobre el nombre del autor para saber más sobre él o sobre sus obras.
Finalmente llegamos a una exposición especial dedicada a Jorge Luis Borges, “Museo de la eternidad”. Allí encontramos diferentes salas de exhibición. La que más me llamó la atención fue la clasificación de objetos, donde encontramos una recopilación de objetos antiguos y la explicación de porqué deben pasar a la eternidad.
Al finalizar la visita nos obsequiaron un libro y algunas postales de exposiciones pasadas junto a la programación de eventos del mes.
Debo mencionar que me pareció un museo excepcional y que sin el aporte de la guía quizás la visita hubiese sido muy diferente.
Espero que todos tengan la oportunidad de conocerlo.