Colección Dossier del ISTLYR.
Este libro es el resultado de un extenso trabajo de documentación de la experiencia de acompañamiento a educadores sociales principiantes. El punto de partida: los enfoques que señalan la importancia de la escritura en la práctica educativa como estrategia para la producción de conocimiento y el desarrollo profesional. Los artículos recorren los aspectos metodológicos y teóricos del acompañamiento y también sus dilemas, sentidos y bifurcaciones.
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Indice
Prólogo
por Beatriz Alen
Capítulo 1. En busca de una forma posible:
la reescritura del proyecto
por Valeria Sardi
Capítulo 2. Reflexiones acerca de la identidad del novel
por Ana Laura García y María Ana Monzani
Capítulo 3. La experiencia de ser novel: tensiones y complejidades
en el ejercicio, el registro y la reflexión de la práctica educativa
por Silvina Kurlat, Lorena Lasa y Gabriel Moscovici
Capítulo 4. Lo que hace oficio: acerca de la necesidad de armar(se) acompañamientos
por Evangelina Canciano y Graciela Soler
Capítulo 5. Los dispositivos formativos puestos a prueba en la experiencia
de acompañamiento de noveles: aportes a la construcción de la Pedagogía y Educación Social
por Adriana Serulnikov
En busca de una forma posible: la reescritura del proyecto
por Valeria Sardi
¿Cómo dar cuenta de la experiencia del Proyecto de Mejora Institucional “El acompañamiento a educadores y educadoras noveles en la construcción del rol profesional”? ¿Cómo hacer dialogar las ideas que teníamos al inicio de este proceso y las que fuimos produciendo en el intercambio entre colegas y noveles a lo largo del proyecto? ¿Qué distancias, tensiones o acercamientos encontramos entre el boceto y la experiencia concreta?
Estas preguntas nos llevan a interrogarnos, como lo hace Roland Barthes para referirse al proceso de escribir una novela, “pasar del Proyecto a la Fabricación ¿dónde está la dificultad?” (Barthes, 2005:333); es decir, cómo el proyecto devino práctica y experiencia, realización concreta de las ideas previas que habíamos bocetado en el 2011. De ahí que se trataría de dar cuenta de un contenido a desarrollar a lo largo de la experiencia que se configura de una forma determinada, en unas maneras singulares de la práctica donde sujetos, saberes, contextos y prácticas se conjugan para armar una figura, unas formas particulares, unos modos de hacer. En este capítulo intentaremos dibujar cómo se constituyó la experiencia, a partir de un recorrido posible por las distintas instancias de realización del Proyecto de Mejora.
Bocetar ideas
Cuando empezamos a imaginar este proyecto, nos proponíamos abordar el campo de “la formación continua de los educadores y educadoras sociales acompañándolos en sus “primeros pasos” en el ejercicio profesional”, es decir, orientar, asesorar, guiar, acompañar los primeros desempeños profesionales de educadores y educadoras egresadas/os de nuestro instituto que, como decíamos en el proyecto inicial demandaban “volver a encontrarse” con compañeros/as, con docentes, con referentes de la Carrera, una vez que han terminado sus estudios. Cuando se indaga acerca de ese “querer volver”, aparece la necesidad de volver a encontrar un espacio para pensar lo que les pasa, pensarse en sus trabajos, en la intervención, debatir con otros/as, sentirse acompañados/as y supervisados/ as en la práctica. En muchos casos, evocan situaciones vividas en el trayecto de Prácticas Profesionalizantes de la Carrera, donde estas situaciones encontraban un lugar natural.” Es decir, el Proyecto de Mejora se configuraba como un espacio de encuentro, intercambio y formación para los/as graduados/as en Educación Social de nuestro instituto y, a su vez, como un lugar donde poder reflexionar sobre sus primeras experiencias profesionales.
Los dispositivos formativos puestos a prueba en la experiencia de acompañamiento de noveles: aportes a la construcción de la Pedagogía y Educación Social
Por Adriana Serulnikov
En 2012, el proyecto “Acompañamiento a Educadores y Educadoras sociales Noveles” resultaba novedoso para el Instituto, para la Carrera de PyES15 y para muchos (o la mayoría) de sus participantes. El dispositivo de acompañamiento que el ISTLyR16 puso a prueba dio c ita a un grupo de profesionales con t rayectorias diversas por su extensión y por su sesgo más académico o de trabajo en territorio, que tenía en común inquietudes diversas pero referidas a un mismo campo: el de la Pedagogía y la Educación Social. Campo que, según se explicitaba en la presentación del proyecto17, aún “se encuentra en construcción”. La convocatoria se fundaba más en el supuesto de estos intereses afines que en la certeza de que sus participantes compartíamos una identidad profesional y reconocida como tal por cada uno/a. Por estos y otros motivos que se exponen más adelante, la propuesta asumía así desafíos considerables.
En principio, resultaba necesario producir consignas convocantes que habilitaran el diálogo entre distintos sujetos e instituciones, que esta iniciativa posicionaba como “acompañante-acompañado”, y crear una serie de dispositivos donde las prácticas pudieran ser objeto de análisis desde los ejes conceptuales demarcados inicialmente18. Tarea también de complejidad considerable ya que implicaba reunir desde otro encuadre a sujetos que por fuera de este espacio desempeñaban roles asimétricos, sea como coordinador/a de una organización y coordinado/a, o como profesor/a de la Carrera de PyES y alumno/a o exalumno/a, y considerando que el peso de esa historia o la actualidad de esos vínculos ponía en juego relaciones asimétricas y necesariamente, “de poder”.
Observaba una coordinadora del proyecto luego de un ateneo: “todavía cada docente habla desde su lugar de experto y no se pudo romper esa distancia con los noveles”. De hecho, la preocupación por el lugar desde el cual intervenía cada uno/a atravesó la experiencia en sus distintos espacios (los grupales y también interpersonales) por distintos motivos. Particularmente, nos preguntamos por las implicancias de que las prácticas puestas bajo análisis fueran solo las de los noveles y que esto ocurriera en una situación de desigualdad de posiciones. ¿Cómo resguardar que esa “exposición” pública de algunos aspectos de sus prácticas ante docentes del Instituto y también de los responsables de las organizaciones participantes, los expusiera (valga la redundancia) a situaciones que pudieran fragilizar su posición en esos ámbitos de desempeño laboral?.