Año 3, Número 3, Primavera de 2012
Este número de Itinerarios aborda diferentes lenguajes y prácticas estéticas, incluso desafiando las concepciones usuales sobre el arte o la idea misma de disciplinas específicas, y muestra espacios y sujetos diversos en plena acción artística. El interrogante que los atraviesa es el lugar del arte en los procesos educativos cuando se pone en escena el espacio público, sea la escuela, el barrio o la ciudad.
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Índice
Rondas de apertura
• Christian Dodaro: La(s) ciudad (es), recorridos, marcas, huellas y memorias
Travesías
• Leonor Vila: Museos participativos-performativos
• Natalia Revale: Arte en resistencia. Entrevista a Gustavo Chávez Pavón
• M. Inés G. Gallo: De celadoras a mediadoras de lectura. Lectura a bordo en el barrio Ramón Carrillo
• Vali Guidalevich: Manifestaciones artísticas y educación: travesías posibles
• Compañía itinerante de educación por el arte – CIEPA
• El Culebrón Timbal: 15 años
Estaciones
• Mariana Bernal: Donde viven los niños. Sobre la película «Donde viven los monstruos» de Spike Jonze
• Natalia Revale, Daniel Malnati y Christian Dodaro: La estación
• Sergio Frugoni: ¿A quién pertenece la literatura? Educación popular y literatura
• Muestra «Homo Ludens» del artista plástico Claudio Gallina
De celadoras a mediadoras de lectura
Lectura a bordo en el barrio Ramón Carrillo
Por María Inés Gomez Gallo
La Biblioteca Popular Por caminos de libros funciona en el Centro Educativo Comunitario Ramón Carrillo, en el barrio Ramón Carrillo de Villa Soldati.
Allí trabajamos ofreciendo los servicios de “lectura en sala”, “préstamos”, y otras actividades bibliotecarias habituales. Pero también buscamos siempre desarrollar propuestas que hagan que la biblioteca “salga de la biblioteca”, que trascienda sus paredes; porque, además de recibir a la comunidad del barrio, salimos a buscarla, a encontrarnos con potenciales lectores, en la vereda, en la calle, en la plaza, en la sala de espera del Centro de salud.
En este sentido, más allá de lo que podamos planificar los docentes, a veces puede tener más potencia lo que genera una idea planteada por un vecino. Lo que aquí se cuenta es un ejemplo de ello.
Ante la falta de vacantes para escuelas primarias en el barrio Ramón Carrillo y sus aledaños, todos los días más de quinientos alumnos se trasladan en micro desde el barrio hacia otras escuelas de la zona. Este sistema de traslado requiere de la presencia de doce celadoras, vecinas del barrio, que trabajaron como voluntarias desde que el programa se inició en 2007 hasta que fueron contratadas por el Ministerio de Educación en 2008. Ellas organizan y acompañan a los chicos a sus diferentes escuelas.
¿Y qué tiene que ver todo esto con la biblioteca?
Manifestaciones artísticas y educación: travesías posibles
Por Vali Guidalevich
Las manifestaciones artísticas entramadas con la educación pueden colaborar en la creación de espacios y situaciones en las cuales los chicos y chicas conozcan, compartan, intercambien, reflexionen acerca de sus experiencias cotidianas. A través del arte es posible conocer y entender nuestra cultura, construir, deconstruir y reconstruir sus significados y otorgarle otros. Es decir, como sostienen Bill, G, Chris, B, Duglas, E (1995): “desenvolver un alfabetismo crítico que contribuya para volver a los individuos más autónomos y capaces de emanciparse de las formas contemporáneas de dominación, tornándose ciudadanos más activos, competentes y motivados para desenvolverse en procesos de transformación social.”
Nos acercamos, nos sumergimos, nos apropiamos de las imágenes. A través de ellas nos surgen interrogantes, críticas, cuestionamientos. Cuando nos enfrentamos a una imagen, decidimos mirar o “no mirar”. ¿Qué elegimos que sea difuso o borroso? ¿Qué deseamos conocer y qué preferimos que no exista? “No mirar” también es una manera de ver, una postura frente al ver.
Las manifestaciones artísticas ofrecen variedad y diversidad de lectura e interpretación. Abren la posibilidad de adquirir un conocimiento plural y creativo. De tener distintas miradas, diferentes ideas frente a lo que vemos, escuchamos y sentimos. Acuerdo con Giroux, (1997) en su interpretación del arte como: “un lenguaje que cultive una capacidad para la crítica razonada, para reparar los abusos del poder y las relaciones de dominación y para explorar y extender las dimensiones utópicas de la potencialidad humana.”