Revista Itinerarios en Educación / Recreación

Año 1, Número 1, Primavera de 2009
Itinerarios es una publicación periódica que pretende socializar las producciones de los educadores, estudiantes y graduados de las Tecnicaturas del ISTLyR vinculadas a sus respectivos campos de desarrollo académico y profesional. Pretende ser un aporte a la discusión política y académica en el territorio de la Ciudad de Buenos Aires. En este primer número abordamos el eje Recreación y Educación, su historia, problemas y sentidos posibles.

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Indice

Rondas de apertura
• Amanda Toubes: Una aproximación histórica al campo de la Animación Sociocultural.
• Jorge Cajaraville/Ana Laura García: La construcción de una apuesta.

Travesías
• Entrevista con Alejo Montoya: Haciendo del barrio un espacio de juego.
• Entrevista con Guillermo Castañeda: Casona Cultural Humahuaca.

Estaciones
• Guillermo Golzman: Variaciones para educar adolescentes y jóvenes. Acerca del libro de Débora Kantor.
• Diego Jaimes: ¿Educar ya fue? Culturas juveniles y educación. Acerca del libro de Gabriel Kaplún.
• Ramiro G. Gainza: De cómo trabajar en los márgenes. Cómo nos interpela el filme PA-RA-DA en el estómago.
• Natalia Revale: Poner el cuerpo. El arte en ación. Teatro del Oprimido.
• Relatos del Subcomandante Marcos: Lo de después si entendimos.


Una aproximación histórica al campo de la animación sociocultural

Por Amanda Toubes

Buenas noches a todos. Después de esa presentación lo único que me falta decirles es que soy muy antigua (Risas). Si me permiten me gustaría hacer una pequeña anotación antes de comenzar. Quiero aclararles que esos inicios décadas atrás que menciona Pablo Waichman, fueron parte de un programa de la Universidad de Buenos Aires realizado por el Departamento de Extensión Universitaria constituido en 1956, después de la toma de la Universidad por parte de los estudiantes y graduados. Fue un proyecto armado desde distintas facultades, instalado en lo que pensábamos que podía ser la nueva Universidad de Buenos Aires y que toma como uno de sus objetivos, que la Universidad se convierta en un laboratorio de experiencias de trabajo con docentes, graduados y estudiantes sobres los problemas reales de la sociedad y del país. Ahí surgieron acciones y actividades que realizamos durante diez años con cátedras e Institutos Universitarios. Trabajamos en temas de educación, salud, cooperativismo pero abordando una experiencia concreta con la práctica de estudiantes de las nuevas carreras de la facultad de filosofía (Cs. de la educación, Psicología, Sociología), de ingeniería, medicina, farmacia, cs. económicas etcétera. Hicimos una escuela nocturna para adultos y adolescentes, un centro de salud, un centro de recreación juvenil, campamentos a fin de año, colonias de vacaciones y cooperativas de consumo y vivienda. Y fue así como pensamos un trabajo conjunto con la Municipalidad de Avellaneda, en lo que se denominaba la Secretaría de Acción Social. Hicimos el primer programa que trató el problema de los llamados entonces, «desertores escolares». A lo largo de los años; constituimos en DOCK SUD e Isla Maciel -frente a La Boca-, el Centro de Recreación Infantil.

 

Acerca del libro de Débora Kantor

Variaciones para educar adolescentes y jóvenes 

Por Guillermo Golzman

Muy pocos educadores han logrado poner por escrito sus «prácticas reflexionadas», aquello que hacen, reflexionan, sistematizan a lo largo de muchos años de trabajo. Y cuando las propias prácticas se nutren de lo que otros colegas e instituciones desarrollan, de sus «pensares y sentires», y cuando además esos otros educadores están presentes en «cuerpo y alma» junto a lo propio, se ha logrado un libro interesante.
Para quienes serán técnicos en recreación y tiempo libre o educadores sociales, es más que recomendable acercarse de a poco a este libro que plantea temas polémicos; no para acordar con las posturas de Débora Kantor, por cierto muy firmes, sino para construir mirada propia respecto de la futura profesión.
Casi de manera imperceptible la autora nos introduce en las complejidades que implica trabajar en educación no formal, en los mitos y en los ritos, en las antinomias que no lo son, en la competencia con la escuela que no es. Por eso vale para todos los alumnos del Instituto -y para todos aquellos que se desempeñan en este ámbito- discutir en cada grupo acerca de:
• Por qué «La participación con halo de estrella se estrella» y cómo construir espacios y tiempos genuinos de participación.
• Qué lugar tienen los adultos en esos procesos, no implicando promover una «zona liberada» sino impregnada de acción pedagógica.
• Por dónde pasa el promover que jóvenes y adolescentes, ambos porque son diferentes, «puedan pensar y actuar en términos de procesos, alternativas, conflictos, y qué responsabilidades le caben al educador para cuestionar, problematizar e incluso desalentar ciertas demandas». Cómo avanzar en el campo de la educación no formal que «hasta hace no mucho tiempo era más fértil que aprovechado y ahora se encuentra superpoblado».
• Qué alternativas involucran el «afueradentro de la escuela» reconociendo que «lo que se adosa no se incorpora, y que lo que aspiramos a que exista no tiene fronteras; es del adentro y del afuera, debería ser parte de ambos territorios o de ninguno».