Derechos humanos hoy. Gráfica a 40 años de la última dictadura militar

–Reseñas–

Por Natalia Revale

El pasado 17 de marzo se realizó la exposición “Derechos humanos hoy – gráfica a 40 años de la última dictadura militar” en el espacio de artes visuales del espacio cultural de FM La Tribu. La muestra reunía trabajos de más de 15 colectivos que trabajan desde la gráfica, con un escenario común: la calle. Cuarenta años desde la dictadura cívico militar trae aparejado una vasta producción artística de lo más variada en materia de derechos humanos. Recuperar el espacio público, volver a las calles, a trabajar y recuperar espacios colectivos de producción desde el arte y la cultura fue una constante desde la recuperación de la democracia. Aun pensando en el recorte del lenguaje de la gráfica, hubiera sido muy pretencioso concebir una muestra que dé cuenta de esa producción. Nos podemos remontar a 1982, con la acción del Siluetazo1, o algunas de las marchas de las resistencias en donde vemos a las Madres de Plaza de Mayo imprimiendo serigrafía en la calle. Por eso, la exposición, “Derechos humanos hoy…” hace pie en el 76 como punto de partida pero para pensar el accionar de colectivos artísticos y la utilización de la gráfica para la visibilización de los derechos humanos hoy.

Hacer visible lo invisible, poner de manifiesto lo oculto, revertir el ambiente opresor reinante. No decir una, sino mil veces. Treinta mil. Y más.

Cuando en el año 1982 se realizó la acción del Siluetazo, el objetivo era reproducir treinta mil siluetas, dar cuenta del espacio real que ocupaban. Darle una dimensión tangible a la desaparición de personas. Más tarde, la producción gráfica sería multiplicar las voces, gritar, decir lo mismo, una y otra vez. Multiplicar.

La serigrafía, el esténcil, son técnicas que facilitan la reproducción de una imagen, o de un texto, la cantidad de veces que deseemos. Desarrollar una imagen y luego reproducirla. Muy lejos de la unicidad de la obra de arte, a través de la reproducción se busca la efectividad del mensaje, igualmente, desde una producción artística.

Otro de los elementos en común que tienen muchas de las producciones que componen la muestra tiene que ver con la metodología de trabajo: en muchos casos hay un elemento de participación, de invitación a participar de la impresión gráfica, y a veces también técnicas que promuevan la realización de una imagen en poco tiempo, en el marco de una movilización o de una actividad.



A cuarenta años ¿cuál es la mirada de estos colectivos que hoy eligen desarrollar su producción en torno a los derechos humanos?
En el caso del colectivo Serigrafistas Queer, surgido en el año 2007, realizan cada año encuentros donde discuten consignas y arman colectivamente diseños que posteriormente estampan en el contexto de la Marcha del orgullo lgbtttiqp que cada año se realiza en distintas ciudades de Argentina. Desde el año 2013 Serigrafistas Queer cuenta con un archivo (ASK) el cual posee, entre otros materiales vinculados a su accionar, una shabloteca (matrices para estampar serigrafía) que pone a libre disposición los shablones que se van generando en cada encuentro. En los diseños de este colectivo, puede verse que no hay un especial cuidado de la imagen sino la importancia en torno a comunicar las reivindicaciones de género. El soporte que utilizan es en general un papel de muy bajo costo, y lo reparten gratuitamente. Estampan también tela y camisetas.



La pared central de la muestra corresponde al trabajo de Estampida. A través de la serigrafía este colectivo estrecha lazos en diferentes espacios, articulando desde el lenguaje Serigráfico proyectos multidisciplinarios. Estampida inicia su trabajo desde la Fundación Augusto y León Ferrari, estampando la obra de Ferrari, artista de gran trayectoria comprometido con los derechos humanos. Desde esta acción, Estampida buscó divulgar y multiplicar la obra de León, llevándola más allá de los museos, multiplicando su imagen, y rompiendo con los cánones que el mercado hoy dicta para sus obras. En particular para esta exhibición, las estampas expuestas corresponden a imágenes, poesías, escritos de personas que estuvieron detenidas en la Ex Esma y hoy se encuentran desaparecidas. Estas imágenes, que permanecieron durante años archivadas, hoy son llevadas a la tela y expuestas, y de esta forma, se hacen presentes. Ya no es el rostro de cada uno y cada una, imagen a la que estamos habituados, sino lo que sentían, lo que expresaban y producían en sus espacios de intimidad y en este caso de encierro y privación de su libertad. La disponibilidad de estos archivos, y la intención de su reproducción en este formato, es también una forma de presencia, desde la ausencia. Algunas reproducciones de Ferrari también se presentan intervenidas por estas imágenes, dialogando desde la producción artística de por sí.

A la experiencia de Tanga pincel la conocimos estampando en Parque Centenario, eran “parches” (pequeños retazos de tela) estampados con ñoquis y tenedores, aludiendo a la ola reciente de despidos del nuevo gobierno. Precarización laboral, despidos, presentes en los mensajes hoy, en sintonía con algunas de las reivindicaciones que se veían en las calles también en las revueltas en torno al año 2001. Ese es el caso del colectivo Esfera común, conformado por varios colectivos de artistas y otras personas que se fueron sumando para producir y accionar desde la acción cultural. La serie de diseños de Esfera común en este caso tiene un dialogo con directo con la criminalización de la protesta, y también la denuncia con respecto a los despidos. El soporte pone en dialogo el diseño utilizado de viejas tapas de revistas como es el caso de “Para ti” o “Lucha armada”, sosteniendo la diagramación del diseño de tapa, pero volcando contenidos que buscan desde la ironía satirizar diversos acontecimientos.

La participación del colectivo P.A.PO (Paternal Arte y Política) fue a través de una acción participativa el día de la inauguración, en la que se invitó a los participantes a que intervinieran con sellos, stencil, o escritos, una ampliación de una editorial que publico el diario La Nación a propósito de la última dictadura. Varias De esas producciones quedaron luego exhibidas en la muestra.

Cecilia Mur, una de las integrantes del colectivo Abya Yala, quienes tienen su espacio de trabajo en La Casona de Flores, compartió a estudiantes del ISTLyR en una visita a la exposición, la experiencia del grupo, y también tuvieron la posibilidad de conocer y participar del proceso de estampado allí mismo. El espacio de taller es uno de los elementos comunes en estos colectivos, como forma de sociabilizar la técnica y de trabajo colectivo, que es lo que se requiere para poder desarrollar producción gráfica. Los materiales que utilizan, de bajo costo, ecológicos, son también una postura ante la forma de producción, no solo qué se dice sino cómo y con qué.


Las imágenes que expusieron tienen que ver también con la criminalización de la pobreza y la juventud, denunciando el acoso que sufren niños, niñas y adolescentes de los barrios más marginales de la capital. Pero también tienen un fuerte compromiso con las reivindicaciones por los derechos de las mujeres. Recientemente han participado de un Encuentro callejero de arte feminista en Santiago de Chile, compartiendo experiencias y problemáticas comunes.

Por último, me gustaría mencionar la campaña “Vivas nos queremos”. Esta campaña se inició en México a fines del año 2014 con la intención de visibilizar las violencias hacia las mujeres. La particularidad de esta iniciativa es que se convoca mujeres para realizar las imágenes, la técnica propuesta es la xilografía. Esta campaña hoy ha sido replicada en Costa Rica, Colombia y Argentina. En la muestra se exhibieron estampas realizadas en Argentina, una de ellas, correspondía al retrato de la campesina y militante hondureña Berta Cáseres, asesinada el pasado 4 de marzo.

La exposición tuvo la urgencia con la que trabajan estos grupos, muchos de los diseños estaban recién cocinados, listos para salir a la calle a la semana siguiente, a 40 años del golpe. La muestra se convirtió en la cocina de los preparativos para salir a la calle, ya que la gente pudo llevarse estampas para pegar y sus remeras serigrafiadas para marchar.

Con la mirada en el presente, una trayectoria de cuarenta años produciendo desde la gráfica por la memoria, la verdad y la justicia, por los derechos humanos de ayer y de hoy.

Para más información de los artistas:
Esfera Común
Serigrafistas queer 
Gráfica Abya Yala
Estampida
Facebook/Estampida
Serigrafía/26  
Vivas nos queremos argentina 


* Curaduría de la muestra a cargo de Natalia Revale y Javier del Olmo. Expusieron:Arte al Ataque – Barricadas Gráficas – Colectiva Lohana Berkins – Cooperativa de Diseño – Daniel Malnati – Esfera común – Estampida – Etcétera y La Internacional Errorista – Matanza nómade – P.A.P.O Paternal arte y política – Repo Bandini – Serigrafía/26 – Serigrafistas Queer – Taller popular de serigrafía – Tanga pincel – Vivas nos Queremos. La exposición se llevó a cabo entre el 17 de marzo y el 28 de abril de 2016.

1. El Siluetazo se le llamó a la acción propuesta por los artistas Rodolfo Arguerreberry, Julio Flores y Guillermo Kexel que  junto a organismos de DDHH y grupos estudiantiles, a siluetear los cuerpos de las personas en papeles para de esa forma visibilizar la desaparición forzada de personas en la última dictadura militar.

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